Dar papaya

Se dice cuando te expones de gratis y le dejas la puerta abierta a que alguien se aproveche de ti. Vamos, que te pones de bandeja. En Norte de Santander te lo sueltan como advertencia: no seas confiado, no muestres de más y anda pilas, porque si das papaya, después no digas que no te avisaron.

"María, no deje el celular ahí en la mesa de la terraza, mija. Así está dando papaya y en un ratico se lo vuelan, pilas pues."

Cerquita de la arepa

Dicho bien nortesantandereano para decir que algo está a nada, a un pasito, casi que lo hueles. Se usa tanto para distancias como para metas: estás a punto de llegar, de cerrar el trato o de coronar. Lo de la arepa le mete sabor local y suena a casa, a esquina y a cafecito.

"Parce, ya estamos cerquita de la arepa con la mudanza: falta subir el colchón y listo. No me vaya a aflojar ahora, que ya casi coronamos."

Jincho

Se dice de alguien que anda alterado, nervioso o acelerado, como con la mecha corta y a punto de estallar. En Norte de Santander lo sueltan cuando te ven todo inquieto, hablando rápido o reaccionando de más por cualquier bobada. Vamos, que estás jincho y se te nota en la cara. Bájale dos.

"Parce, no se ponga jincho por ese parcial, respire, tómese un tintico y deje de caminar de un lado pa’ otro que parece trompo."

Echar tinta

Se dice cuando alguien se pone a exagerar, a meterle cuento y a adornar una historia como si fuera novela. Vamos, que le está echando más tinta de la que aguanta el cuaderno. Sirve para bajarle el volumen a un hablador sin armar pelea, pero dejándole claro que no te tragas el cuento.

"Deje de echar tanta tinta, parcero, si yo estuve ahí. Eso no fue un conciertazo, fueron cuatro gatos y el DJ repitiendo la misma canción."

La sangre no llega al río

Dicho para bajar el drama cuando parece que se va a armar la grande, pero al final no pasa de un susto o una pelea boba. Viene a decir que el conflicto no va a escalar a algo serio, que no habrá consecuencias graves. Muy útil para calmar chismes, discusiones y enredos de oficina. Y sí, suena a refrán de abuela, pero funciona.

"Relájese, parcero, que esa pelea con el vecino es puro show. Mañana se saludan como si nada. La sangre no llega al río, deje la bulla."

Echarse una rola

Se dice cuando te vas a dar una vuelta sin afán, solo por matar el tiempo y despejarte. Puede ser caminando, en moto o en carro, por el barrio, el pueblo o la ciudad, sin plan fijo. Es el típico plan cuando no hay nada que hacer y uno quiere ver qué se arma por ahí. Bien de parche.

"No hay plan hoy, ¿qué? Vámonos a echarnos una rola en la moto por el Malecón y miramos quién está parchado, de pronto sale un plan bien chévere."

Echar caja

En Norte de Santander se dice cuando te pones a soltar chisme del bueno, a contar lo que te enteraste y a desmenuzar el cuento con lujo de detalle. Es básicamente sentarse a rajar un rato, pasar el dato y dejar a todo el mundo al día. Si hay cafecito de por medio, mejor todavía.

"Salimos del cole y nos fuimos pa' la esquina a echar caja del profe de mates, que dizque lo pillaron copiando en la sala de profes."

Sacar milagros

Se dice cuando alguien se las ingenia para lograr algo casi imposible, como estirar la plata, resolver un lío enorme o salir bien parado de una situación que pintaba fea. Es como hacer magia, pero versión barrio y con pura labia. En el fondo, es admiración con un toque de incredulidad.

"Parce, este man sí saca milagros: con el mínimo pagó arriendo, mercado y hasta invitó unas polas. Yo con esa plata no compro ni el pasaje, qué vaina."

Pintar la mona

En Norte de Santander se dice que alguien va a pintar la mona cuando se arregla demasiado, se emperifolla a lo loco para algo súper cotidiano. Es como si fuera a una gala pero solo va a hacer un mandado. A veces se dice medio en burla cariñosa, porque la persona se tomó muy en serio el look para tan poca cosa.

"¿Viste a Manuela hoy? Que dizque iba al mercado y salió toda emperifollada, como si fuera a pintar la mona en la feria del pueblo."

Estar en blanco

Se usa cuando te quedas sin ideas, sin recuerdos o sin saber qué decir, como si el cerebro se apagara y no cargara nada. Muy típica en exámenes, presentaciones o cuando te preguntan algo incómodo y no te sale ni una neurona. Y hay que admitir que describe bastante bien ese momento de pánico mental.

"Parce, el profe me hizo pasar al tablero y yo ahí, parado como un bobo, todo en blanco sin saber ni cómo me llamaba"

Péguese la rodadita

Dicho bien norte-santandereano para invitar a alguien a darse una vuelta, salir a rodar un rato o caer por ahí sin tanto plan ni compromiso. Es como decir vamos a dar una vueltica y miramos qué sale, con parche relajado. Suele ir con tono amable y medio cómplice, de esos planes improvisados que terminan en comida.

"Oiga parcero, péguese la rodadita más tarde y caemos al centro a comernos unas empanaditas, a ver qué chisme sale por ahí."

Darla de terco

Se dice cuando alguien se pone terco y no suelta el tema ni a palo, sigue insistiendo y discutiendo aunque le estén mostrando que está meando fuera del tiesto. Es como encapricharse con tener la última palabra y cansar a todo el mundo hasta que le den la razón por agotamiento. Bien de necio, pero pasa.

"Parce, Juan lleva una hora dándola de terco con que el aguacate es grupo alimenticio aparte y ya hasta la abuela se paró de la mesa del fastidio."

Amansaburras

En Norte de Santander se le dice amansaburras a alguien que tiene el don de bajar la espuma cuando la gente se alborota. No es tanto un mediador fino, más bien el que pone orden con voz firme y presencia, como diciendo aquí se calma todo o se calma. Suena rudo, pero suele ser efectivo.

"En la cancha ya iban a darse, y llegó el parcero amansaburras, pegó un grito y todos se quedaron quietos, como si les hubieran apagado el switch."

Abrir cancha

Se dice cuando alguien se hace espacio o le hacen espacio, ya sea en un sitio lleno o en una situación social. Es como apartar gente, despejar el camino o ganar terreno para moverse a gusto. También vale para cuando alguien se suelta, toma confianza y se pone a liderar el plan. Suena bien de calle y se usa bastante por allá.

"El bar estaba a reventar y el parcero dijo: abran cancha, pues. Se metió al frente, armó la ronda y en dos minutos ya teníamos pista para bailar pegadito sin que nos aplastaran."

Hacer espichada

En Norte de Santander se dice cuando la embarras y te metes en un lío por un descuido, una cagada o una mala decisión. Es como decir que la regaste y ahora toca aguantar la mirada de todo el mundo. Sirve para cosas pequeñas o para un problemón, depende del tamaño de la espichada.

"Uy, parce, dejé el celular en el taxi y encima sin clave. No, qué espichada tan brava, mi mamá me va a matar."

Ni corticos ni perezosos

Se dice cuando alguien se mueve rapidito y sin pensarlo dos veces, como quien no se queda cortico ni se pone de perezoso. Es una forma bien de la tierrita para contar que la gente reaccionó de una, con ganas y sin darle tanta vuelta. Sirve para rematar una historia y dejar claro que nadie se quedó mirando.

"Apenas dijeron que regalaban empanadas en la esquina, ni corticos ni perezosos, salimos volados con la monedita y el hambre a mil."

Quedar de pared

Se dice cuando alguien se queda en evidencia y, encima, sin reacción. Metió la pata, lo pillaron y se quedó tieso, como pegado a la pared, sin saber qué decir ni dónde meterse. Sirve para esos momentos de silencio mortal en los que todo el mundo te mira y tú solo quieres teletransportarte.

"El profe le pidió que explicara la tarea y el man se quedó de pared, mirando el tablero como si le hablara. Todo el salón en silencio y él sudando frío."

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