En Norte de Santander se dice cuando la embarras y te metes en un lío por un descuido, una cagada o una mala decisión. Es como decir que la regaste y ahora toca aguantar la mirada de todo el mundo. Sirve para cosas pequeñas o para un problemón, depende del tamaño de la espichada.
"Uy, parce, dejé el celular en el taxi y encima sin clave. No, qué espichada tan brava, mi mamá me va a matar."