Dicho bien norte-santandereano para invitar a alguien a darse una vuelta, salir a rodar un rato o caer por ahí sin tanto plan ni compromiso. Es como decir vamos a dar una vueltica y miramos qué sale, con parche relajado. Suele ir con tono amable y medio cómplice, de esos planes improvisados que terminan en comida.
"Oiga parcero, péguese la rodadita más tarde y caemos al centro a comernos unas empanaditas, a ver qué chisme sale por ahí."