Interjección salvadoreña todoterreno para soltar sorpresa, enojo, susto o emoción sin decir una grosería. Es como un freno de mano cuando se te iba a salir algo más pesado. La tirás cuando algo te deja helado, cuando la cagás un poquito o cuando pasa algo buenísimo. Suena bien de barrio y salva vidas.
"¡Púchica! Fui por una pupusa y Doña Conchita me dejó el plato como para alimentar a medio cantón, ya voy por la décima y ni respiro."
Interjección muy usada para expresar sorpresa, enojo leve, frustración o hasta admiración, según el tono. Es como un sustituto suave de groserías más fuertes, así que la puedes decir delante de la abuela sin que te desherede. En Nicaragua sale casi sin pensar cuando algo sale mal o pasa algo inesperado, y la verdad es que suena bien sabroso.
"Púchica, iba llegando al chance y me di cuenta que el pantalón tenía el cierre abajo desde que salí de la casa, qué clavo más grande"
Es un comodín bien chapín que se suelta cuando algo te sorprende, te enoja, te asusta o te deja en shock. Sirve para desahogarte sin decir una grosería más pesada. Es como un grito de emoción o frustración que encaja casi en cualquier situación, y la verdad es que suena bien sabroso al decirlo.
"¡Púchica vos, se fue la luz justo cuando iba a ver el final de la novela, ahora me toca andar preguntando qué pasó como baboso por todo el barrio!"
Interjección de los hondureños, usada especialmente cuando quieres sonar dramático contándole un chisme a tus amigos y necesitas maximizar el impacto escénico.
"¡Puchica maje! ¿Te enteraste que la Rosita anda saliendo con el hermanito del profe de álgebra?"
Expresión multiusos bien salvadoreña que sale sola cuando algo te sorprende, te cabrea o te deja con la boca abierta. Sirve para quejarse, desahogarse o reaccionar a cualquier cosa intensa del día a día. Es como el comodín emocional del salvadoreño promedio, y la verdad es que suena sabroso cuando se suelta con sentimiento.
"¡Púchica, vos! Se me fue el bus, ando sin saldo, y encima mi mamá cree que todavía estoy en el colegio haciendo tareas"
Expresión súper versátil del habla salvadoreña que sirve para casi todo: sorpresa, enojo suave, frustración, admiración o hasta para rellenar cuando no sabes qué decir. Es como un comodín educado que suena fuerte pero no es tan grosero. Y hay que admitir que queda sabroso en casi cualquier frase cotidiana.
"Púchica, vos, salí cinco minutos tarde y ya iba el bus hasta el tope, parecía lata de sardinas con reguetón a todo volumen."
Expresión todoterreno muy chapina que sirve para casi todo. Se usa para sorpresa, enojo, frustración, asombro o cuando uno ya no halla qué más decir. Es como el comodín dramático del vocabulario guatemalteco, suena fuerte pero es bastante light. Y la verdad es que queda bien en casi cualquier chisme.
"Púchica vos, iba tarde al brete, se me quedó la billetera, no pasa la tarjeta del bus y encima empieza a llover, qué día más salado."
Interjección bien chapina para soltar cuando algo te sorprende, te frustra o te deja con la boca abierta. Puede ser un ¡no jodás!, un ¡qué chilero! o un ¡qué mala onda!, según el tono y la cara que pongás. Es de esas palabras comodín que te salvan la reacción sin ponerte demasiado pesado.
"¡Púchica! Ya casi ganaba y en la última carambola la regué, se me fue la bola y el cuate del otro lado hasta se estaba riendo."
Interjección bien chapina para soltar sorpresa, asombro, enojo suave o admiración cuando pasa algo inesperado. Es como decir ¡caramba! o ¡no jodás!, pero con sabor guatemalteco y sin irte tan pesado. La oís en la calle, en la casa y hasta en el bus cuando algo sale de chiripa.
"¡Púchica, vos! Llegaste antes que la tormenta y ni Waze te salvó, qué chilero te salió el viaje."
Expresión multiusos bien chapina que se suelta para casi todo: sorpresa, enojo, alegría, susto o hasta cuando te pegas en el dedo chiquito. Es como el comodín emocional del guatemalteco, suena fuerte pero es bastante light. Y la verdad, queda perfecto tanto para celebrar como para desahogarse sin decir una grosería pesada.
"Púchica vos, iba bien tarde para el chance, se me arruinó la camioneta y todavía el chucho del vecino casi me muerde la nalga"