Expresión muy sabrosa de Guárico para hablar de la nevera o refrigerador, como si fuera un salón elegante donde viven todos los antojos. Aunque esté medio pelada, siempre da la tentación de abrirla a ver si aparece algo mágico para picar. Es una forma divertida de burlarse del hambre eterna y de la nevera siempre medio vacía.
"Chamo, abrí el salón de antojos como cinco veces y lo único que apareció fue el mismo pote de mayonesa triste mirándome con decepción"