En Bogotá se usa para hablar de alguien que no se rinde y sigue metido en el cuento, buscando chances, rebusque o soluciones aunque todo esté en contra. Es como decir que la persona sigue en el juego, insistiendo con terquedad bien berraca. A veces suena a admiración y otras a chiste, pero siempre implica constancia.
"Parce, a Juan lo rajaron en tres entrevistas y sin plata para el bus, pero ahí sigue en la vuelta, mandando hojas de vida desde el café internet del barrio."