Se dice cuando alguien anda crecidito, sintiéndose la mera mera, como si con su pura presencia ya conquistara el mundo. Va con tono de carrilla, porque normalmente lo sueltas para bajarle tantito los humos a alguien que se cree intocable. Muy de Guerrero, y sí, suena chistoso pero pega duro.
"Desde que lo subieron de puesto, Juan anda bien chipocludo, se pasea por la oficina como si fuera el mero rey de Acapulco y ni saluda."