Expresión navarra para hablar de alguien muy rarito, peculiar o que desentona un montón, como esos dulces con pinta sospechosa que te miran desde el escaparate en la Ribera. Se usa con guasa, no siempre en plan mal, más bien para señalar que la persona es un cuadro andante. Y oye, a veces ser raro tiene su encanto.
"Mira al Javier bailando solo en medio de la fiesta con la chaqueta del revés y cantando jotas, el tío parece un pastel de la Ribera, pero nos tiene a todos descojonados"