Expresión muy asturiana para hablar de alguien que se pone cansino a niveles épicos, que repite lo mismo mil veces o no pilla las indirectas ni a tiros. Es el colega que escribe, llama, insiste y no suelta el tema ni con agua caliente. A veces hace gracia, pero otras te entran ganas de apagar el móvil y huir al monte.
"Tía, el Javi lleva toda la tarde escribiéndome por WhatsApp pa quedar, qué pesáu, voy a silenciarlo que me tiene la cabeza como un bombo"