Se usa cuando dos personas por fin se entienden, se ponen de acuerdo o les cae la ficha al mismo tiempo después de dar mil vueltas. Es como cuando venían discutiendo cualquier cosa y de repente ¡pum!, se les alinea el cerebro. Muy de charla entre amigos, con ese toque sanjuanino medio campechano que tiene su encanto.
"Estábamos con el Fede discutiendo una hora cómo armar el asado y de golpe se nos sincronizaron los melones y salió alto asadazo con chimichurri y todo."