Es una forma coloquial y agresiva de decir "dar una paliza" o "caerle a golpes a alguien". La muñeca hace referencia a la articulación que impulsa el puñetazo.
"— ¡Ay, qué pena! Me comí tu rebanada de pizza sin querer, pero es que ya se veía medio fría. — ¡Qué pena ni qué nada! O me pides otra caja ahorita o te voy a dar tu sopa de muñeca para que aprendas a respetar lo ajeno."
En Panamá se usa para describir a alguien que se mueve todo raro, como desarmado, sin coordinación y medio ridículo. No es que tenga energía infinita, es más que parece muñeco flojo en licuadora. Se suelta para vacilar a la gente que baila o camina todo torcido, aunque a veces se dice con cariño burlón.
"Ey, viste a Carlitos saliendo del bar, iba caminando como sopa de muñeca, casi se come la acera frente a todo el mundo"