Se dice cuando alguien se pega un tropezón o una caída bien aparatosa, de esas que te dejan viendo estrellitas y con el orgullo por el piso. Suele pasar por ir embalado, por andar distraído o por culpa de una acera traicionera. Es una forma graciosa de decir que te diste un buen golpe.

"Ayer en la cancha, Pedrito iba embalado, pisó mal y se tabiqueó durísimo. Se paró como si nada, pero ya le dejaron el apodo de El Arquitecto."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!