En La Guajira, una tanda de Caribe es ese bailoteo improvisado y sabroso que se arma cuando suena un vallenato bien pegajoso o cualquier ritmo costeño. Puede arrancar en la sala, en el patio o en plena calle, y de repente todo el mundo está sudado, riéndose y echando cuento. Es básicamente una mini rumba espontánea, y la verdad es que tiene su encanto.
"Apenas empezó a sonar Diomedes en el picó del vecino, armamos una tanda de Caribe en el patio, el primo se subió a la mesa y hasta la abuela tiró paso como si tuviera veinte."