Se usa para decir que alguien come a lo bestia, con ansia viva, como si llevara tres días sin catar bocado. Muy de comidas familiares, fiestas de pueblo y meriendas donde la bandeja de tapas vuela en dos minutos. No es fino, pero describe perfecto a quien se pone morado sin pensar en los demás. Y hay que admitir que tiene su gracia.

"En las fiestas del pueblo sacaron la fuente de lechazo y Manolo se tapiñó medio cordero él solo, dejando al resto mirando con cara de acelga."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!