Se usa cuando a alguien lo tratan con demasiado cuidado, casi como si fuera de cristal, y le evitan cualquier incomodidad. Es típico para describir a la banda fresa o al compa que ya no toca un plato porque lo ven muy delicado. Es una forma medio burlona de decir que lo sobreprotegen y lo traen bien chiqueado.
"Desde que lo ascendieron, el vato ya ni se asolea, y su esposa lo tiene en algodones, no lo deja ni lavar los trastes porque según ella se le maltratan las manitas finas"