Se dice de alguien que está tirado, o sea, re pancho y sin ganas de moverse, como pegado al sillón. También vale para estar medio hecho bolsa o simplemente descansando a lo bestia. Es de esas palabras simples que te pintan la escena en un segundo. Y sí, da un gustito decirlo.
"Che, hoy estoy tirado mal, mate en mano y maratón de pelis. Si me invitás a correr, te clavo el visto y sigo en el sillón."