Tirado
Se dice de alguien que está tirado, o sea, re pancho y sin ganas de moverse, como pegado al sillón. También vale para estar medio hecho bolsa o simplemente descansando a lo bestia. Es de esas palabras simples que te pintan la escena en un segundo. Y sí, da un gustito decirlo.
"Che, hoy estoy tirado mal, mate en mano y maratón de pelis. Si me invitás a correr, te clavo el visto y sigo en el sillón."
Dame una mano
Se dice para pedirle a alguien que te ayude, que te eche una mano con una tarea o un problema. Puede ser algo serio o una boludez del día a día, pero siempre con tono de confianza. Muy de charla entre amigos, familia o laburo. Si te lo dicen, no te hagas el sota, arrimá el hombro.
"Che, dame una mano con el asado, que se me viene la barra y todavía no prendí bien el fuego. No me dejes pagando, loco."
Estar fulero
En La Pampa se dice estar fulero cuando alguien o algo se ve feo, descuidado o medio tristón, como que no da una buena impresión. Puede ser la pinta de una persona, una casa hecha bolsa o hasta un día gris que te tira para abajo. Es medio bardero, pero también cariñoso, según el tono. Y hay que admitir que suena bastante gracioso.
"Che, mirá cómo caí al boliche, estoy tan fulero que ni mi vieja me reconoce, parece que me vistió el perro a las apuradas."
Seguir derecho como caballo de carreta
Se dice de alguien que va a lo suyo y no se desvía ni aunque le hagan señas con una bengala. Sigue de frente, terco y enfocado, sin distraerse con nada, ni chismes, ni tentaciones. Puede sonar a elogio por constante o a crítica por cabeza dura, según el tono. Bien de campo, bien gráfico.
"Le tiré la de ir al boliche y el Javi ni registró, siguió derecho como caballo de carreta: primero la tarea, después vemos si pinta una birra."
Pampa tour
Se dice cuando te vas de gira por varios bares o boliches de La Pampa en una sola noche, saltando de lugar en lugar como si fuera una ruta obligatoria. Es básicamente un tour etílico con amigos, mucha charla y bastante joda. Si al otro día te levantás destruido, es que el Pampa tour salió como corresponde.
"Nos pintó Pampa tour: arrancamos con birras en el centro, después caímos al boliche y terminamos comiendo un pancho a las seis, re detonados."
Tener más cuentos que una empresa
Se dice de alguien que inventa excusas o historias todo el tiempo para zafar o para no enfrentar la realidad. Siempre tiene un cuentito bajo la manga.
"Ese Mati, loco, debería ganarse un premio por tener más cuentos que una empresa; nunca llega a tiempo porque siempre le pasa algo distinto."
Lechuzo
Se le dice a alguien que es más nocturno que un búho: vive de noche, se queda de joda hasta cualquier hora y antes del mediodía no existe porque está recargando pilas. No siempre es insulto, a veces es pura cargada entre amigos. Si te lo dicen, asumilo: sos de trasnoche.
"Juan es re lechuzo: anoche se quedó de joda hasta las seis y hoy antes del mediodía ni señales, está muerto en la cama."
Ser una máquina
Se usa para decir que alguien es muy bueno en algo, que lo hace con una habilidad brutal y sin despeinarse. Es como llamarlo crack, capo o genio, pero en versión más fierrera. Suele usarse cuando la persona rinde a full, no se cansa nunca y deja a todos con la boca abierta. Y la verdad, suena re poderoso.
"Boludo, la Negra es una máquina, te arma el asado, te organiza la juntada y encima cae con el fernet bien frío, todo en media hora."
Estar hecho un tereré
Se dice de alguien que está muy relajado, despreocupado o medio dormido, como si hubiera estado al sol mucho tiempo.
"Che, después del asado te quedaste ahí en la hamaca hecho un tereré, ¡ni te diste cuenta cuando nos fuimos!"
Toparse una siestita
Se dice cuando te clavás una siestita corta y bien merecida, de esas que te resetean el alma. Suele caer después de un asado pesado, un viaje largo o una mañana de laburo. No es dormir por dormir, es pegar un cabezazo estratégico para volver a la vida. Y sí, es un placer culpable.
"Después del asado en lo de Juancito me topé una siestita en el sillón, roncando bajito, y me levanté listo para el mate y el segundo tiempo."
Estar en la percha
Se dice cuando alguien está sin laburo, parado, sin un mango y esperando que salga algo. La idea es que estás como una prenda colgada en la percha, quietito, sin uso y medio olvidado. Se usa mucho en charla cotidiana, con tono de resignación o humor negro, según el día y la billetera.
"Che, desde que bajaron la persiana en la fábrica, el Juan anda en la percha, tirando CVs y esperando que lo llamen de algún lado."
Hacer la gran asador
Se dice cuando alguien la re contra caga y arruina todo, pero encima con una seguridad bárbara, como el que se cree maestro del asado y termina quemando hasta las achuras. Aplica para cocinar, laburo, planes o lo que sea: arrancó canchero, se confió y lo dejó hecho un desastre. Duele, pero da risa.
"El Nico dijo que hacía el asado para veinte y terminó haciendo la gran asador: quemó las achuras, secó las costillas y ahora estamos comiendo pan con chimichurri."
Mandarse una macana
Se dice cuando alguien se manda una cagada o mete la pata fuerte, normalmente sin mala leche. Puede ser un error grande, una torpeza o una decisión medio improvisada que sale mal. En Argentina se escucha un montón, y en La Pampa también, sobre todo para retar con cariño y reírse un poco del desastre.
"Juan se mandó una macana y dejó el asado como carbón. Menos mal que el vecino cayó con choripanes y una Manaos, si no nos íbamos a dormir con mate."
Estar a fainá
Expresión pampeana para decir que estás re perdido, desorientado o medio en cualquiera, como cuando caés a un lugar y no entendés nada de lo que pasa. Se usa para marcar que no tenés idea de la situación, que estás fuera de contexto o que venís colgado. Suena graciosa y bien de pueblo.
"Caí a la juntada pensando que era asado y era cumple con karaoke, me quedé a fainá y encima me dieron el micrófono."
Andar recogiendo soja
Se dice de alguien que va de levante en levante, sumando chongos o minas por todos lados, como si fuera una cosechadora en plena campaña. No implica que concrete siempre, pero sí que está en modo conquista y no se queda quieto ni un segundo. Bien de campo, con picardía y un toque de envidia sana.
"Mirá al Juani, cae al boliche, guiña un ojo y ya tiene dos números en el celu. Ese anda recogiendo soja desde el viernes, olvidate."
Sumarle fichas
Se dice cuando alguien le mete más onda a chamuyar o a conquistar a otra persona, como ir juntando puntos en un jueguito. Es insistir con el coqueteo, tirar palitos, aparecer seguido y subir la apuesta de a poquito. Muy de boliche y de charla entre amigos. Si sale bien, suma. Si no, quedás pesado.
"Che, el Chueco anda sumándole fichas a la Lore en el boliche, le paga un trago, le baila cerquita y no se despega ni para ir al baño."
Treinta y dos
Se dice cuando tenés un hambre feroz, de esas que te hacen ver un asado y emocionarte. Viene de la exageración campera tipo comería hasta treinta y dos vacas, o sea, que te comerías lo que venga. Muy de charla de campo, bien a lo bruto y con gracia.
"Volvimos de arrear todo el día y yo tenía un treinta y dos tremendo, me bajé dos choripanes y todavía miraba la olla como si me debiera plata."
Pelarse un vinilo
Se usa para decir que alguien se va rápido de un lugar, casi sin que nadie lo note, como cuando despegás una calco de un disco viejo y no queda ni rastro. Es como borrarse, rajar o hacer mutis por el foro. Suena medio retro y eso le da un toque simpático, aunque también algo misterioso.
"Estábamos en plena joda en la casa del Tano y cuando pintó quilombo con los vecinos, el Juanca se peló un vinilo y nadie lo vio salir, alto fantasma el chabón"
Achurar
En La Pampa se usa achurar para decir que alguien se pegó un golpazo o se dio una caída bien fea, de esas que duelen solo de mirarlas. Viene de la idea de quedar todo maltrecho, como hecho trizas. Es medio bruto el término, pero en el campo se usa con humor y cariño, no como algo macabro.
"Iba en la bici hecho un misil, se le cruzó un perro y se achuró contra la cuneta, quedó todo raspado y la vieja casi lo mata del susto"
Tirar el puente
Se dice cuando alguien se desvive para caerle bien a otra persona o ganarse su favor, tipo hacerle la rosca a full. Es como armar un atajo para acercarse más rápido, con halagos, favores y sonrisita incluida. En criollo, estás tirando el puente para que te den bola o te hagan un lugar.
"Juan estuvo tirando el puente con Lucía todo el asado, le cebó mate dulce, le alcanzó el chimichurri y hasta se ofreció a lavar los platos, un campeón del chamuyo."
Salir como primo
En La Pampa se usa para decir que alguien reacciona al toque, medio atolondrado, sin pensar demasiado las consecuencias. Es como mandarse de una sin medir el peligro, con más entusiasmo que neuronas en funcionamiento. A veces hace gracia, pero también puede terminar en desastre épico, así que ojo con salir como primo cada dos por tres.
"El Nico salió como primo a perseguir la vaca que se escapó y terminó metido hasta las rodillas en el barro, la vieja gritándole desde la tranquera y el perro ladrando como loco."
Hacer novela
Se dice cuando alguien dramatiza de más, exagera una pavada o arma un escándalo como si estuviera actuando en una telenovela. Es ese momento en que todo se vuelve lágrimas, reproches y música triste por una boludez. Va perfecto para bajar a tierra a la persona que está haciendo show.
"Dale, Marita, dejá de hacer novela porque se te enfrió el mate, que parecés protagonista de telenovela y estamos en La Pampa, no en Telefe."
Matear
Verbo bien rioplatense para decir que te ponés a tomar mate en ronda, charlando tranqui y cebando uno tras otro. No es solo “tomar”, es el ritual: termo, yerba, bombilla y la charla que se estira. Se usa para planes caseros, plaza o laburo. Y sí, te deja la lengua curtida.
"Caé a casa con unas facturas y el termo, que hoy pintó matear en el patio, chusmear un rato y cebar verdes hasta que se haga de noche."
Tomarse un mate
Se dice cuando te vas a cebar un mate, solo o en ronda, para hacer una pausa y charlar un rato. En La Pampa y en casi toda Argentina es plan social y excusa perfecta para ponerse al día, chusmear un poco o arreglar el mundo. Si hay termo y yerba, ya está armada la juntada.
"Che, caete a casa a la tarde y nos tomamos unos mates, que tengo alto chisme del barrio y vos siempre te enterás de todo."
Fulano de la Vaca
Expresión medio inventada y medio pueblerina para cargarle la risa a alguien que vive en las nubes, tan despistado que hasta las vacas lo mirarían raro. Se usa en tono cariñoso, como cuando te burlas del amigo colgado que nunca se entera de nada. No es insulto grave, es más bien chicana amistosa de sobremesa.
"Che, ahí viene el Fulano de la Vaca, decile que traiga hielo y vas a ver que cae con una bolsa de pan y cara de que no entiende nada."
Estar jugado
En La Pampa se dice estar jugado cuando alguien está sin un peso, al borde del abismo económico o ya entregado a la mala racha. Es como tener la billetera haciendo eco y la tarjeta llorando. También puede usarse para alguien que se metió en un lío grande y ya no tiene mucha salida, aunque a veces se dice medio en chiste.
"Olvidate del asado, estoy tan jugado que si abro la billetera sale un grillo a pedirme laburo, ni para el bondi tengo"
Raptar
En La Pampa se usa en plan exagerado para decir que te llevás a alguien casi por la fuerza, pero en modo buena onda. Tipo caerle de sorpresa, no darle chance de inventar excusas y arrastrarlo a un asado, una juntada o la joda. No es un secuestro real, es más bien un secuestro de amistad.
"Ayer lo raptamos al Facu a la salida del laburo y lo llevamos de una al asado en lo del Rolo. Quiso tirar la de estoy cansado, pero ya tenía un fernet en la mano."
Propio
En La Pampa se dice propio cuando algo queda justo como tiene que quedar: perfecto, bien hecho y re a medida. Sirve para un asado, una jugada, una frase o hasta para alguien que cae parado en cualquier situación. Es como decir que estuvo impecable, sin vueltas. Y sí, suena simple, pero pega fuerte.
"Che, el asado te salió propio, ni seco ni crudo. Con ese fuego te tendrían que dar carnet de parrillero pampeano, ¿qué le metiste, magia?"
Mandarse la vaca
Se dice cuando alguien se agranda y se hace el crack, presumiendo de lo que tiene o de lo que hizo, como si fuera el dueño del campo entero. Va con tono de burla, para bajarle un cambio al que se la cree demasiado. Muy de charla pampeana, entre mate y chicana.
"El Nico se manda la vaca con la camioneta nueva, pero después se le apaga en la ruta y termina pidiendo auxilio por WhatsApp."
Lesionarse la vaca
Expresión bien pampeana y en tono de chiste para decir que algo que parecía segurísimo salió pésimo. Es como cuando tenías todo bajo control y aun así la cosa se fue al carajo. La imagen es que hasta la vaca, símbolo de calma y estabilidad, terminó lastimada. Y hay que admitir que la metáfora tiene su gracia absurda.
"Mirá, teníamos todo listo para el asado del domingo y justo se cortó la luz, se lesionó la vaca mal, terminamos comiendo sanguchitos de fiambre a la luz del celular."
Chalito
Apodo cariñoso y bien de pueblo para llamar a un amigo o compinche, como decir che, loco o hermano, pero con ese tonito de confianza. Se usa con gente cercana, de la barra, y suele sonar a plan improvisado: mates, asado, una vuelta en la chata o lo que pinte. Tiene ternura y picardía a la vez.
"Che, Chalito, caé con el termo y unas tiras de asado, que prendo el fuego y armamos algo tranqui en el patio el finde."