Se usa cuando alguien siente que aún le falta experiencia o confianza para algo, como un aguacate que todavía está duro y sin sabor. Es una forma honesta de admitir que no se la banca del todo todavía, aunque a veces se diga medio en broma. Y hay que admitir que la comparación con la fruta tiene su gracia.
"Quería meterme a manejar en la autopista de La Paz en hora pico, pero mejor ni loco, todavía estoy verde para ese caos."