Se dice cuando alguien se acelera de más, se emociona sin medida o se pone bien intenso por cualquier cosa. Es como si, de la pura euforia, se subiera a un guayabo a hacer show y ya no hubiera forma de bajarlo. Se usa en plan cotorreo para decirle que le baje dos rayitas.
"Nomás le dijeron que hoy sí pagan completo y el compa se trepó al guayabo, ya andaba gritando y hasta invitando las chelas."