En Guinea Ecuatorial se dice cuando alguien está vagueando a lo grande, sin prisa y sin intención de mover un dedo. Es como estar ahí, apoyado, mirando la vida pasar, mientras el trabajo se acumula. Vamos, que estás perdiendo el tiempo con una calma que desespera. Y sí, suena a que hasta la pared se cansa de verte.
"Oye, deja de tumbar la pared, que el jefe ya viene y tú sigues ahí pegado como si te pagaran por mirar el techo."