Se dice cuando alguien llega de golpe y bien rápido, casi sin avisar, como cayendo de sorpresa. También puede sonar a que vino con prisa o en chinga, sin tiempo ni para peinarse. Es muy del norte y trae ese toque chihuahuense de aparecer nomás porque sí. Y sí, suena bien sabroso.
"¡Eh, compadre! Te viniste al chilazo, caíste de sorpresa y ni chance me diste de enfriar las cheves, ¿qué traes, te andan correteando o qué?"