Se usa en Puerto Rico para decir que alguien vive en un caos constante, con la casa hecha un desastre, la agenda patas arriba y la cabeza en otro planeta. Siempre anda apagando fuegos, resolviendo cosas a última hora y metido en mil líos. Es como vivir en un huracán permanente, pero sin seguro que lo cubra.
"Papi, tú vives en un revolú, llegas tarde al trabajo, pierdes la cartera en el jangueo y todavía no sabes dónde dejaste la tarjeta del banco."