Expresión muy del norte para decir que alguien está bien enojado, tan encabronado que hasta se le nota en la cara. Es como cuando ya trae la presión por los cielos y cualquier cosa lo hace explotar. No es solo estar molesto, es andar hirviendo, rojo de coraje y con cero paciencia para aguantar tonterías.
"No le vayas a pedir raid a Jorge, ahorita anda bien rojo porque se le ponchó la llanta en pleno calorón y todavía le tocó pagarle la cheve a todos."