Dicho bien del sur de Chile para cuando alguien anda en una fiesta más inquieto que la cresta, buscando figurar, coquetear o enganchar con quien se deje. No para quieto, se pasea, se mete en todas y se cree el rey de la pista. Se dice en talla, medio cargándolo, pero con cariño.
"Mira al Juanito, recién llegó y ya anda como gato en balada, dando vueltas por la casa y sacando a bailar hasta a la tía del cumple."