Se usa cuando alguien anda tan enojado y atravesado que parece que lo estuviera manejando el mismísimo diablo. Está irritable, salta por cualquier cosa y mejor ni le hables porque te muerde. Es muy típica para describir esos días en que todo sale mal y uno anda con la mecha corta. Y hay que admitir que suena bien dramática.
"Compadre, mejor no le digai nada al viejo, anda con el diablo adentro desde que el Colo perdió y más encima se le cortó el internet justo pa' ver el partido."