Se dice de alguien que anda todo sacado de onda, distraído o medio perdido, como si trajera un pendiente encima y no le diera la cabeza. Va con cara de que le falta algo, como cuando se te pierde la cartera o te cae el veinte tarde. Muy de andar en la luna, pero con estrés.
"Juan anda de embargo desde que se le perdió la cartera en la feria, nomás da vueltas, se le va el rollo y ni oye cuando le gritas."