En Boyacá se usa como ponerse serio y arrancar a camellar de verdad, con ganas y sin tanta carreta. Viene de la idea literal de subirse las mangas para meterle mano a algo pesado o que ensucia. Sirve para trabajo, arreglos, cocina o lo que toque. Es como decir: ya, menos cuento y más acción.
"Bueno, sumercé, deje la carreta y arremanguemos, que ese asado al piso no se hace solo y ya está haciendo hambre el parche."
En Durango se usa para decir que alguien se va a lanzar con todo a hacer algo, ya sea chamba, fiesta o hasta pleito. Es ponerse las pilas con ganas, sin andarse con medias tintas. También puede sonar a que ya estás listo para los madrazos, literal o figurado, y la neta tiene su sabrosura.
"Ya es viernes en la noche, raza, vámonos a arremangar pa'l antro, pisteamos sabroso, bailamos hasta que amanezca y a ver qué desmadre se arma"