Expresión muy usada para cuando arreglás algo de forma provisoria, medio a las apuradas y con lo que haya tirado por ahí. El resultado funciona, pero sabés que es medio trucho y que en cualquier momento se desarma todo. Es el clásico parche criollo, bien de supervivencia cotidiana, y hay que admitir que tiene su encanto.
"Se me rompió el paragolpes en la ruta a Iguazú y el mecánico del pueblo me dijo que no me preocupe, que lo iba a atar con alambre y llegaba de una hasta Posadas."