En San Luis Potosí se usa para hablar de un carro viejito y medio jodido que ya va tronando por todos lados, pero que todavía aguanta el maltrato diario. Es como traer un microondas de segunda mano con llantas, hace ruidos raros y huele a quemado, pero mientras siga jalando uno se hace güey y lo sigue usando.
"Mi calentón ya sube la cuesta echando humo y sonando a matraca, pero mira, todavía me trajo desde la colonia más lejos hasta el antro del centro sin rajarse."