Expresión muy yucateca para hablar de una anécdota tan exagerada que suena a cuento, leyenda de pueblo o película barata. Se usa cuando alguien se avienta un relato lleno de detalles imposibles y medio fantásticos. A veces se dice con burla cariñosa, como quien escucha al típico tío que siempre adorna todo de más, pero igual entretiene.
"No manches, la chan santa historia que se aventó el primo de que peleó con un jaguar en la milpa y luego se fue a pistear con los aluxes, ya ni él se la cree."