Expresión cusqueña que se usa cuando alguien se escapa de casa para irse de juerga sin que la familia se entere. Literalmente suena a cerrar la puerta, pero en la calle es más bien desaparecer del mapa para meterle fiesta, trago y descontrol. Es como decir me pierdo un rato, pero con más picardía y ganas de vacilón.
"Mi vieja piensa que voy a estudiar con el grupo, pero ya fue, hoy vamos a chapar el portón y caer de frente al huarique más bravazo del barrio"