Dicho puneño para llamarle a alguien soñador en exceso, que se arma películas y vive en su mundo, como si anduviera con la cabeza en las nubes. Se usa medio en broma y medio para bajarlo a tierra cuando ya se pasó de fantasioso. No es necesariamente insulto, pero sí suena a jalón de orejas.
"Ya pues, chomba llanque, deja el plan de ser famoso mañana y ponte a estudiar, que el examen no se aprueba con sueños."