Se usa para decir que alguien se queda totalmente pasmado, sin saber qué decir ni qué hacer, como si lo hubieran puesto en pausa. Suele salir cuando dan una noticia inesperada o sueltan un chisme fuerte y la persona se queda fría, irónico porque en Cuernavaca hace un calorón. Y la verdad es que la expresión tiene su encanto.
"Le conté al Chuy que su ex iba a caer a la peda con nuevo novio y el vato se quedó como congelado de Cuernavaca, nomás viendo la carne asándose y sin soltar ni una palabra."