Se usa cuando alguien critica fuerte, bardea o habla pestes de otra persona, como si la estuviera castigando con un látigo verbal. Es tirar mala onda sin filtro, remarcar todos los defectos y no dejar títere con cabeza. Suena gracioso, pero si te están dando látigo a vos, no tiene ni media gracia.

"En el asado de anoche los pibes no paraban de dar látigo al jefe, le pegaron por el sueldo, por lo amargo y hasta por cómo mastica el asado, un quilombo."

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