En Arequipa se usa para hablar de alguien que suelta las cosas sin filtro, sin adornos y sin pizca de vergüenza. Es como hablar en pelotas pero a nivel de palabras, todo directo al hueso. A veces cae bien por sincero y otras te deja medio traumado, pero hay que admitir que tiene su gracia brutal.
"Oye, no seas bestia, a la tía no le puedes decir calato que el ceviche le salió feo, ya está que se pone a llorar en plena reunión familiar."