Se dice cuando alguien queda hecho bolsa, reventado o medio destruido después de una joda, un laburo pesado o un día que te pasó por arriba. No es solo cansancio, es quedar con cara de zombie y el cuerpo pidiendo auxilio. En el norte argentino suena bien gráfico y tiene ese gustito a burla cariñosa.
"Después del carnaval en Tilcara, lo dejaron chuchumeco, con la cara pintada, sin voz y buscando la zapatilla que perdió en la comparsa."