Se dice cuando alguien se va de la lengua y cuenta un secreto que debía quedarse guardadito. Vamos, que “derramó la sopa” y ya no hay vuelta atrás: chisme al aire, drama servido y todo el mundo enterado. Se usa mucho en plan regaño o burla cuando alguien no sabe guardar confidencias ni tantito.
"No manches, Tania desparramó la sopa en la peda y ahora hasta la señora de la tienda sabe que Juan se va del país."