En Lima se usa para decir que alguien se va a la bodega o licorería de la esquina a comprar más trago, casi siempre cuando la gente ya está medio achispada y quiere seguir la jarana. Es como desaparecer un ratito para reabastecerse de chelas, ron o lo que caiga. Y aceptémoslo, siempre vuelve alguien más borracho.
"Ya fue, se acabó el ron. Pásame las llaves que voy a doblar la esquina, traigo chelas, pisco y algo pa' picar antes de que el bodeguero cierre y nos mande a dormir sobrios."
En Cusco se usa para hablar de esa persona que no aguanta ni medio segundo con un chisme y sale volando a contárselo a otro. Es como decir que apenas escucha algo jugoso ya está desapareciendo en la esquina para ir de sapo. Es medio chistoso, pero también te deja marcado como el chismoso oficial del barrio.
"Oe, ni bien le conté que la profe se chapó al coordinador, la Juana ya estaba doblando la esquina para ir a rajar con sus patas en la esquina del barrio."
Se usa cuando alguien dice que solo va a salir tantito, como que nada más va a la vuelta, pero en realidad va a ver a su ligue, a echar fiesta o a perderse quién sabe dónde. Es la clásica excusa de tranquilo, ahorita vengo, aunque todos saben que igual ni regresa temprano. Y la neta tiene su encanto medio gandalla.
"Mi tío dijo que solo iba a doblar la esquina por unas chelas y acabó regresando al otro día con glitter en la cara y mensajes de una tal ‘La Chapis’ en el celular."