Se usa cuando alguien se hace bien güey para no contestar algo incómodo o para desviar la atención, como si estuviera jugando al truco de la bolita y el vasito. Es básicamente decir que la persona está sacando la vuelta a la pregunta. Y la neta, cuando se suelta, suele traer chisme sabroso detrás.
"Le pregunté a Juan qué hizo con el dinero de la tanda y el vato nomás se rió y dijo ¿dónde quedó la bolita?, y todos en la mesa se le quedaron viendo bien sospechosos."