Se dice cuando alguien empeora una situación que ya venía caliente, metiendo más chisme, presión o problemas. Es como agarrar un sancocho que ya está hirviendo y todavía echarle más leña al fogón: sube el fuego y se arma el alboroto. Muy de calle para señalar al que no ayuda y encima enreda más.
"La jeva ya estaba brava por el mensaje y el pana va y le echa más leña al sancocho diciendo que lo vio con otra en Porlamar. Se prendió el peo en segundos."