Expresión riojana para decir que alguien se echa una siesta corta y reparadora, normalmente después de comer, cuando entra la modorra fuerte. Es como colgarse un rato de la vida y dejar que el sueño te agarre un cacho. Muy de pueblo, muy de verano, y la verdad es que suena hasta poético.
"Tú vete regando las tomateras tranquilo, que yo voy a echar un cacho a la soga en el sofá, que con esta calorina se me cierran los ojos sí o sí."