En Boyacá se usa para soltar un comentario indirecto, medio venenoso, que deja a alguien en evidencia sin decirle las cosas de frente. Es como tirar una puyita con sonrisita inocente, pero bien calculada. A veces el que recibe el vainazo queda dudando si fue casualidad o si se lo dejaron caer con toda la mala leche.
"En la reunión, el jefe dijo que solo los que trabajan de verdad llegan temprano, y yo sentí el vainazo de una porque siempre caigo al segundo canto del gallo, bien trasnochado y con ojeras de búho."
Tirar indirectas o comentarios sarcásticos para fastidiar un poco, sin entrar en una pelea directa. Perfecto para cuando quieres molestarlos con estilo.
"Chamo, ni te cuento lo que dijo Juan de ti en la fiesta, puro echando vainazo como si fuera gratis."