Se usa cuando alguien está tratando de conquistar a otra persona, tirándole labia, detalles y toda la artillería romántica. Es como si estuvieras lanzando un lazo para atrapar su atención y su corazón. Suena medio cursi, pero en el chisme amoroso queda perfecto y se entiende al tiro.
"Chama, el vecino anda echándole un lazo a la panadera, le lleva pan dulce, cafecito y hasta gasolina cuando hay cola en la bomba."