Se usa para decir que te vas a echar una siesta corta, de esas que te dejan nuevo, sobre todo después de comer bien y quedar medio derrotado. Es como un reinicio express: cierras tantito los ojos, babeas cinco minutos y vuelves al mundo. En Guerrero suena muy de casa, muy de sobremesa con panza feliz.
"No inventes, con este pozole quedé tieso. Me voy a echar una pasta tantito y al rato le seguimos con la fiesta, que todavía falta el mezcal."