Se usa cuando alguien se emociona tanto con una idea que se arma toda una película en la cabeza y se cree el protagonista absoluto. Puede ser con amores, negocios o cualquier plan loco que apenas está empezando. A veces da risa, a veces da pena ajena, pero hay que admitir que la gente se empelicula sabroso.
"Juanito se empeliculó pensando que va a ser millonario vendiendo cocos en la playa, ya se ve en mansión en Cartagena con yate parqueado y todo el combo tomando pola."