Se usa para decir que algo está aburridísimo, pesado o que ya cansó a todo el mundo. Es como remarcar que el aburrimiento ya se fue de largo y no da ni para chiste. Suele usarse entre panas cuando una situación, una clase o una novela se vuelve eterna. Y hay que admitir que suena tan rara que hasta hace gracia.

"Ñaño, esta clase de contabilidad está grande la pepa, ya hasta el profesor se está durmiendo con sus propias diapositivas."

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