Se usa para decir que estás sin un duro, pelado, con la cartera haciendo eco. Muy típica cuando llegas a fin de mes y la cuenta del banco da más pena que un lunes lluvioso. Viene a ser como decir que no tienes ni para pipas, aunque a veces se usa también para decir que estás sin ligar, pero aquí tiramos por lo económico.
"Hermano, este mes estoy a dos velas, si quieres birras las pagas tú, que yo tengo la cuenta más seca que el albero de la feria en agosto."
Se dice cuando estás tieso, sin un duro, con la cuenta temblando y el monedero haciendo eco. Vamos, que no te llega ni para un café y vas mirando el saldo como si fuera una película de terror. Muy típica para quejarse con humor después de un finde de gastos o a final de mes.
"Me he venido arriba con las birras, el Glovo y un caprichito y ahora estoy a dos velas, colega. Como no me invite alguien, ceno aire y me vuelvo andando."
Expresión muy de España para decir que estás sin un duro, tieso, pelado, en modo supervivencia total. Se usa cuando no te queda pasta ni para lo básico, ya sea por un gasto tonto, una mala racha o porque te has venido arriba con las compras. Suena quejica, pero tiene su gracia.
"Me he fundido el sueldo en la moto y ahora estoy a dos velas, colega. Esta noche os miro cenar y me pido un vaso de agua del grifo."
Se usa para decir que alguien está sin un euro, pelado, con la cartera haciendo eco, o también que lleva una temporada larguísima sin ligar ni tener pareja. Vamos, que la vida amorosa y la cuenta bancaria están igual de vacías. Es una expresión muy de queja medio en broma, medio en tragedia, y la verdad es que tiene bastante gracia.
"Entre que no cobro desde hace meses y en Tinder no me hace match ni un bot, estoy a dos velas que parece que vivo en modo ahorro extremo y celibato obligatorio."