Se usa para decir que alguien anda acelerado, hiperactivo o con demasiada energía, como si estuviera con un motor encendido todo el día. Puede ser porque tomó mucho café, porque está nervioso o porque anda demasiado emocionado. Es de esas frases que suenan tan exageradas que hasta dan risa cuando las sueltas en plena conversación.
"Pana, bájale dos, desde que llegaste estás al turbo, hablando más rápido que locutor de radio en sorteo de motos"