En Neuquén se usa para decir que alguien está reventado, hecho bolsa, sin energía ni ganas de nada. Puede ser por cansancio físico, por resaca o por haber comido como animal en un asado. Es como decir que el cuerpo ya no da más, aunque a veces uno ni se haya movido del sillón, y tiene su gracia.
"Amigo, después del asado con vino, fernet y postre triple, quedé tan estropeado que ni para ir a comprar facturas a la esquina me daban las piernas."