Se usa para decir que algo está muy apretado, lleno o sin hueco libre, como cuando no cabe ni un alfiler. Puede ser una agenda, un bar o un coche petado de gente. La idea es que todo está tan junto que parece un pañuelo arrugado. Y oye, suena fino pero describe un caos curioso.
"Tía, el bus venía hecho un pañuelo, iba medio pueblo dentro y yo pegado a la puerta rezando pa no salir disparao en la rotonda."